Talvés el nombre de Jonas Salk no sea muy popular hoy en día, pero sus logros han sido importantes en la para la humanidad, uno de ellos, la vacuna contra la polio.

No hay muchos detalles sobre las condiciones de su laboratorio en la Universidad de Pittsburg en los años 50, pero se dice que era oscuro. Su progreso era lento y fue entonces cuando decidió viajar a Asís, Italia, donde pasó tiempo admirando el Convento de San Francisco, construido en el siglo XIII. Ausente del mundo exterior pero en busca de su propio interior, Salk recorría sus amplios pasillos y contemplaba sus hermosas columnas romanas.

Él mismo cuenta que su “iluminación” se debió al cambio de ambiente. La peculiar estructura arquitectónica de aquel lugar fue lo que logró estimular su creatividad.

Convento de San Francisco de Asís, Italia:

Salk llegó a creer firmemente en la habilidad de la arquitectura para influenciar la mente, de manera que cuando logró tener fondos para construir su mayor sueño, el Instituto Salk para el “estudio de la vida” (biología), no dudó en encomendarle al renombrado arquitecto Louis Kahn la elaboración de su proyecto.

Salk Institute:

La colaboración entre Louis Kahn y Jonas Salk presentó un diseño para un recurso adecuado a la investigación científica, donde se estudian enfermedades que van desde el cáncer, diabetes, alzheimer, parkinson y sida, entre otros. Cinco de los científicos que han sido entrenados ahí han ganado premios Nobel. Hoy este complejo se cuentan entre las obras arquitectónicas más representativas de San Diego.

En 1992 Salk recibió el premio del 25 aniversario del Instituto Americano de Arquitectos (AIA).

http://www.salk.edu/about/jonas_salk.html
http://www.salk.edu/about/architecture.html