fbpx

La imagen corporativa constituye la impresión total que una organización genera en la mente de los públicos: la imagen de empresa, la imagen de marca y la imagen de producto.

¡Contáctenos!

La primera se refiere a la imagen institucional de esa organización; la segunda, al conjunto de signos visuales y verbales que elige para identificarse, signos que representan a dicha organización en la mente de los públicos; y la tercera se refiere al lugar que ocupan los productos y servicios que ofrece dicha organización frente a otros que puedan existir en el mercado.

En otras palabras, cómo lo ven, que piensan de usted y finalmente, como se sienten o cómo reaccionan frente a usted.

El objetivo de la imagen de una empresa es proyectar su profesionalidad, transmitir confianza a sus clientes potenciales y conseguir ser más competitiva. Hay que tener en cuenta que, ningún cliente va a confiar en una empresa si esta no trasmite todo lo que se espera de ella.

La formación de la imagen corporativa es un proceso generalmente largo y siempre complejo. Como todo proceso de creación de imagen, la corporativa también es el resultado de una abstracción y, por lo tanto, en su formación cada individuo ejecuta una operación de simplificación en la que la organización queda reducida en su mente a un conjunto de atributos más o menos representativos.

Existen tres fuentes de información que intervienen en la construcción de la imagen: los medios de comunicación masivos, las relaciones interpersonales (con una influencia más fuerte que los medios) y la experiencia personal. Las dos primeras fuentes son indirectas y la tercera es directa.

La experiencia personal

Probablemente sea ésta la fuente de información más decisiva en la formación de la imagen de una organización. Cuando hablamos de la imagen corporativa, decimos que está constituida por retazos de lo que la empresa es, lo que la empresa hace y lo que la empresa dice. Por tanto, esa imagen también está constituida por cómo se manifieste su esencia, por cómo desempeñe su labor y por cómo exprese sus mensajes.

El mayor error que comenten las pequeñas empresas o Pymes es creer que construir una buena imagen es para las grandes empresas y compañías, porque tienen los recursos y el presupuesto suficiente para proyectar su marca. Muchos pequeños emprendedores piensan equívocamente que, para disponer de una buena imagen hay que hacer una gran inversión económica.

Creemos que en la medida que una empresa empiece a atender su imagen, empezando desde la visualización de su marca hasta la creación de ambientes personalizados de su negocio, en esa medida generará una cadena percepciones positivas en su público que querrá conocerlo y saber más de usted.

Está comprobado que más del 80% de las decisiones que realiza un cliente se basa en la imagen, es decir que compra por los ojos. La mayor parte del impacto que provoca una empresa es de forma visual, bien por su apariencia o por la forma de comportarse. El impacto que causamos a través de la imagen puede ayudarnos a potenciar nuestras venta o por el contrario a reducirlas. La primera impresión que causemos a un cliente definirá la confianza que este deposite en nosotros al igual que determinará nuestra credibilidad.

¿Qué hace usted por mantener y mejorar una “imagen corporativa” eficiente para su negocio?

Tomado y adaptado de contenido de naranjamarketing.com

¡Contáctenos!
Más Información