Los efectos de la música en el local de venta deben favorecer un estado de ánimo placentero en el cliente que le anime a quedarse más tiempo y a adoptar una visión más optimista. Ello es importante por dos razones: porque estar más tiempo supone comprar más, y porque permite establecer relaciones de un sentido hacia otro, y esto es siempre positivo.

Por una parte, la música clásica e instrumental sirve para relajar al oyente, dar sensación de confort y libertad, evocar emociones agradables y crear un apego a la marca. Todo esto influye en el cliente para que, por ejemplo, camine más lento y pase más tiempo en el punto de venta. De la misma  forma, al  estar en un ambiente agradable, es más susceptible a comprar.
En el opuesto se encuentra la música más rítmica, que pretende motivar o saturar los sentidos del comprador. Predispone a que se mediten menos las decisiones, limita el autocontrol e insta a realizar compras de tipo compulsivo.

En los supermercados, por ejemplo, las canciones no suelen sonar enteras. Esa incompletitud provoca ansiedad en el comprador. La ansiedad se traduce en dos aspectos: comprar artículos que no habíamos planeado comprar e intentar salir cuanto antes del comercio. Lograr la máxima rotación es lo ideal para ese tipo de comercios. Así también, se usa música rápida cuando hay demasiada gente en la tienda y no están comprando, así subconscientemente se motiva a que se apresuren a decidir, comprar y marcharse. Cuando el lugar está mucho más vacío y tranquilo, igualmente debe ser la música, ¿Por qué? porque habiendo pocos clientes queremos que se queden por más tiempo.

Es un hecho que la música te puede ayudar a retener empleados. Los estudios demuestran que la música mejora el desempeño en el lugar de trabajo al reducir el estrés y la depresión de los empleados, disminuyendo la rotación del personal. En algunas empresas, son los mismos empleados quienes eligen la lista de reproducción a partir de sus gustos personales.

A la hora de definir el volumen, es necesario buscar un balance de acuerdo a tu público. Evita perder clientes por tener la música demasiado fuerte. Algunas tiendas dirigidas a los adolescentes suben el volumen para atraer su atención, sin embargo la mayoría debe moderarse, en especial si el público es mayor de 25 años.

Fuentes: marketingdirecto.com, altonivel.com.mx, cookingideas.es, soyentrepreneur.com