Cuando un individuo pasa por una zona que no frecuenta habitualmente, el juicio que hace de las tiendas a su paso se basa exclusivamente en su exterior.
La fachada de un establecimiento tiene una importancia estratégica determinante en la buena marcha de nuestro negocio, porque es lo primero que ve el consumidor y lo que le invita a entrar. Debemos cuidar el diseño de la que es sin duda la mejor carta de presentación y la mejor tarjeta de visita de la que disponemos, para que la fachada sea una elemento clave de la imagen que queremos proyectar a nuestros clientes.
Debemos diferenciar tres partes dentro de una fachada:
- Rótulo
- Entrada
- Escaparates
Las tres tienen la misma importancia, porque de nada nos sirve tener un escaparate armónico y comercial, si luego tenemos el rótulo fundido o una entrada sucia e inapropiada. Por esta razón presentamos las principales características que la fachada de un establecimiento debe de tener:
- Debe de estar limpia, cuidada y bien pintada.
- Dado que lo que realmente vende es el interior, la fachada a poder ser, debe de contar con grandes cristaleras y puertas que permitan ver el interior de nuestro negocio.
- La fachada debe de ser siempre un punto de animación en el que convivan actividades de entretenimiento y promoción, para atraer la atención del público y para marcar un estilo que nos diferencie de la competencia.
El rótulo
Es lógico pensar que a mayor tamaño, mayor visibilidad y reconocimiento de marca. Sin embargo, la imagen corporativa de determinados negocios puede aconsejar soluciones más discretas, por lo que se debe decidir en función de la línea de identificación comercial elegida. Debe de contar siempre con un rótulo que identifique y confiera personalidad a la tienda. Por supuesto, el rótulo debe de estar cuidado, debe de ser lo más claro posible para que pueda ser identificado el establecimiento y no le debe de faltar ningún elemento (luz o letra). Además debemos en tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- El rótulo debe de explicar en pocas palabras la actividad del negocio.
- Debe de ser visible a distancia, tanto para los clientes que circulan en vehículo o autobús, como para los que lo hacen a pie.
- Debe de ser impactante, para llamar la atención del cliente potencial y que así sienta curiosidad por conocer nuestro local.
- Debe de contener su marca o logotipo.
La entrada
La puerta de entrada no puede ser una barrera, ni física ni comunicativa. En la actualidad son muchos los expertos en retail que consideran que la mejor puerta de entrada a un comercio es la que no existe o pasa más inadvertida. Debe de ser atractiva y facilitar al máximo el acceso. Recomendaciones:
- Las puertas del establecimiento deben de estar siempre abiertas, o bien que sean fáciles de empujar, o se abran solas al paso del usuario.
- No debe de haber ningún elemento que dificulte la entrada de los clientes (fundamentalmente escaleras).
- Las puertas deben de ser transparentes al igual que los lados de la entrada, para ver el interior y el escaparate.
- En la medida que sea posible es aconsejable que sean lo más anchas posibles, para conferir amplitud y evitar posibles aglomeraciones.
- Si contamos con más de una entrada, tendremos que tener en cuenta que estás serán colocadas pensando en el sentido de la circulación y concebidas como un embudo para fomentar el deseo de entrar.
- Al igual que el resto de elementos que conforman la fachada, la entrada debe de ser coherente con la imagen deseada.
Escaparates
Conviene advertir que cada actividad comercial requiere de un tipo específico de escaparate, elección condicionada por el propio tamaño de la mercadería a exhibir: no tienen las mismas necesidades una juguetería, una tienda de decoración o una joyería. Tenga en cuenta una serie de criterios fundamentales:
- El escaparate es un elemento publicitario, que tiene como función principal atraer al cliente y provocar el deseo de compra.
- Debe de ser grande.
- La tienda debe de ser una continuación del escaparate.
- No quitar espacio al interior de la tienda para desarrollar el escaparate. La superficie dedicada a la venta es una parte elemental para obtener la rentabilidad deseada.
- No mostrar muchos artículos.
- Debe de ser renovado con frecuencia, como término medio cada 15 días, porque si no, pasará a ser pronto indiferente para el público.
Para alcanzar el éxito, el comerciante debe crear y mantener una imagen clara, consistente y perfectamente diferenciada de sus competidores. Una vez establecida ésta, se transmitirá a todos los productos y servicios que ofrece el establecimiento.
Tomado y adaptado de artículos de incrementandoventas.blogspot.com y blog.anida.es