Cada vez que llega a las manos de un arquitecto un proyecto, se inicia un proceso intenso de diseño, que busca respuestas que puedan conectar al cliente con su público objetivo y que este valore su negocio por encima de la competencia.
Un buen diseñador, sin importar el tamaño del trabajo en el que está involucrado, está consciente que cada elemento que diseña se encuentra dentro de un espacio social que se verá afectado por su presencia y que debe lograr los objetivos para los que ha sido creado, ya sea exhibir, albergar actividades diversas o permitir la interacción entre personas.
Diseños 2D y 3D
Todos los proyectos exigen una visualización en planos arquitectónicos (2D) para calcular y cotizar el costo del proyecto. Estos planos nos enseñan los detalles y los elementos de una obra, la vista de su planta, su corte y su elevación. Las obras de remodelación cuentan también, según su magnitud, con planos de detalles, de cortes, de albañilería, de instalación eléctrica, de instalación sanitaria, de acabado, etc. En el plano pueden incluso encontrarse algunos elementos de uso diario como el mobiliario general de la construcción, de manera que logren definirse las áreas específicas del lugar, de la vivienda o el edificio que va a ser construido.
El diseño 3D es utilizado cuando la visualización que se requiere va más allá de la distribución de ambientes, instalaciones o colocación de mobiliario. El 3D permite apreciar diversas superficies, texturas y acabados. Ello es de gran utilidad para definir aspectos vinculados a la decoración y el diseño tales como pintura, azulejos, rotulación, mobiliario personalizado, implementación de imagen comercial y hasta iluminación.
Para arquitectos y constructores, así como también clientes, el diseño 3D contribuye a reducir la posibilidad de deficiencias, ya que presenta en tres dimensiones (y desde diversos ángulos) el resultado final del proyecto. Así, arquitecto y cliente, pueden visualizar digitalmente cómo lucirá el acabado final y hasta sugerir modificaciones. La utilización del diseño 3D, no es un lujo, sino una valiosa herramienta de planificación y desarrollo que reduce las sorpresas y los errores de ejecución casi en su totalidad.
Los costos del diseño varían según el trabajo que se solicita y tienen un tiempo de elaboración aproximado de una semana.
En su próximo proyecto considere detenidamente sus opciones de diseño, asesórese con expertos, y elija la opción la que más se ajuste a las necesidades de su negocio y su público.